jueves, 22 de septiembre de 2016

Culpable

Panóptico .
Me mira
Me miro y me juzga;
Sin poder escapar de la culpa
Me ahogo y me encierro,
Y consciente del veneno
Que ahora me recorre por dentro,
Río  paranoica
Mientras sufro el escarmiento.

Panóptico.
Ni siquiera un ser,
Ni siquiera algo divino.
Aceptar interiormente
Que para todo hay un castigo,
Sentirse observado
En todo momento,
Por uno mismo.

jueves, 18 de agosto de 2016

Cero


Noche, llanto, luna.
Cuando crees que no estoy
en un susurro me siento,
y el aliento del humo
que sale de tu sonrisa
me grita,
y aparezco.
¿Qué hay tras esa triste mirada
que apaga la soledad?
Vuelve la respiración
a socorrerme del caos del día a día,
y las emociones brotan
muertas de miedo.
Palpo tu amanecer;
mi cuerpo se pone en pie
para tenerte en perspectiva,
y vibra el Universo.

miércoles, 20 de julio de 2016

Progreso en la ciudad

La araña gigante
lo atrapa todo con su telaraña,
y asfixia y contamina
pulmones y ciudades.
Se expande y reproduce
sin temor ni compasión,
"Progreso" la llaman,
creen que eso es evolución.

Sus grandes patas
dan cobijo a los que no tienen
y aferrados a sus hierros
dan gracias a su benefactora.
Doctrina del Shock.
Sólo se ven sus crías
usurpando tierra
a la fertilidad del Planeta.
Nos promete  bienes, riquezas y oportunidades;
cercanía a algún dios;
altas torres,
que alimentan el ego de las ciudades.

Todavía hay viejos en las calles,
todavía hay plazas.
Las ciudades nunca duermen,
enferman y mueren.
Y la araña gana
y dirige sus pasos
hacia otra civilización.

martes, 26 de abril de 2016

Nunca Más

Con permiso de E. A. Poe

"Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
Mientras débil y cansada"
De una dura jornada
Escuchaba tus reproches:

Que a qué horas llegas de la noche,
Que si no haces la colada,
Que me llamas demasiado,-o no me llamas-,
Que a qué se deben los escotes...

Agotaste mi paciencia, llegaste al tope,
Y en alto, grito, claramente:
NUNCA MÁS.

Y me gritas:¡Cuervo!
Y silencias mis palabras,
Y yo, con las manos desatadas
Te maldigo y me empodero,

Y le digo al mundo entero:
NUNCA MÁS.

Y vuelves, insistente y fiero,
A intentar acabar con mi alma
Y yo, casi ahogada,
Recojo mi aliento.

Me levanto con estos huesos,
Y se encuentran nuestras caras,
Con mi mirada digna y a ti enfrentada,
Tú, me reconoces y encorvas tu cuerpo.

Y grito,
Y grito,
Y grito:
NUNCA MÁS.

Y sabes profundamente que es cierto,
Que ya no habrá un mañana,
Que " nosotros" ya no es nada,
Que quedaron muy atrás los recuerdos.

No esperabas ver respuesta de mi cuerpo
Y me llamas "remilgada",
" histérica ","loca"," exagerada".
Y te miro, y me río de haber sacado pecho,

Y atreverme a decirte,
Desde Aquí y Ahora:

NUNCA MÁS





lunes, 2 de noviembre de 2015

El acto de morir.

Cada respiración es un grito de auxilio,
aferrarse a la vida con dos manos
y dos pulmones de 81 años.

Cubrirse las pupilas con un velo de suero y recuerdos.

Arrancarse la piel con la uñas sucias de sangre y tristeza.

Desesperar ante la pérdida del Ángel de la Guarda
(amarillo, de ojos azules y pelo blanco).

Moverse, mover músculos, involuntariamente.

Atragantarse con la muerte
y que salga la agonía.
Ver la vida en tres días.
cómo se vacía.

Recordarse y revivir,
en el sueño, en la mente.
Pintarse de rojo las heridas,
y la piel de alrededor.

Tiritar de miedo.
Gritarle, Golpearle, Huirle.

Esconderse tras dos brazos,
que son huesos
y son brazos,
y es pellejo.

Mover los ojos tras los párpados,
y que la angustia decida hacia dónde.

Ser consciente
de la vida
mientras se muere...

Duermo poco pero sueño mucho.

"Duermo poco pero sueño mucho"

Sueño que despiertas sonriente
y sin dolores que atraviesen tu arrugado cuerpo.
Sueño que amanece,
y tus ojos vuelven a brillar vida
y tu boca,
vuelve a decir mi nombre.
Sueño, que ya no gritas,
o que si lo haces es de pura alegría.
Sueño, que me duermo a tu lado,
libre de pesadillas,
y de miedos;
y que tus manos, otra vez fuertes,
protegen mi cuerpo,
y mi mente.

Ya no lloras en silencio.
Ya no agonizas por pavor.
Ya no esperas en las sombras a que suene el despertador.
Ya no sueñas,
Ya no vives
Ya no...

«Puedes dejar la noche encendida»

A mi madre.


Si cierras los ojos.
Y la luna aun huele a humo y deseo.
En una vorágine de sensaciones
saltar al vacío en un profundo desconsuelo.

Puedes dejar la noche encendida,
para que no tema fundirme con el cielo.
Para no tener miedo a tu ausencia,
a que seas solo recuerdo.

Deja que los minutos decidan
cuando morir en el olvido.

Puedes dejar la noche encendida.
Aunque apagues tu luz,
Y el desierto se aparezca sin oasis.
Ojos que no ven, y ojos que quieren ver.
Esperame al menos,
a que vuelva a rendirme a tu consciencia
y a tu lucidez.

Puedes dejar la noche encendida
Y que el resto de mi vida pueda observarte.

Puedes dejar la noche encendida
Y que la noche se vuelva visible
A ojos de los que estan sin estar.
Y de los que sin estar, están.
Cerca.
Dentro.