lunes, 2 de noviembre de 2015

«Puedes dejar la noche encendida»

A mi madre.


Si cierras los ojos.
Y la luna aun huele a humo y deseo.
En una vorágine de sensaciones
saltar al vacío en un profundo desconsuelo.

Puedes dejar la noche encendida,
para que no tema fundirme con el cielo.
Para no tener miedo a tu ausencia,
a que seas solo recuerdo.

Deja que los minutos decidan
cuando morir en el olvido.

Puedes dejar la noche encendida.
Aunque apagues tu luz,
Y el desierto se aparezca sin oasis.
Ojos que no ven, y ojos que quieren ver.
Esperame al menos,
a que vuelva a rendirme a tu consciencia
y a tu lucidez.

Puedes dejar la noche encendida
Y que el resto de mi vida pueda observarte.

Puedes dejar la noche encendida
Y que la noche se vuelva visible
A ojos de los que estan sin estar.
Y de los que sin estar, están.
Cerca.
Dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario