
Noche, llanto, luna.
Cuando crees que no estoy
en un susurro me siento,
y el aliento del humo
que sale de tu sonrisa
me grita,
y aparezco.
¿Qué hay tras esa triste mirada
que apaga la soledad?
Vuelve la respiración
a socorrerme del caos del día a día,
y las emociones brotan
muertas de miedo.
Palpo tu amanecer;
mi cuerpo se pone en pie
para tenerte en perspectiva,
y vibra el Universo.